A juicio del presidente de Consecomercio, Felipe Capozzolo, la temporada de fin de año es un tiempo de reajuste de los negocios al verdadero tamaño del mercado, por cuanto la pirámide de oferta debe adaptarse a la única prioridad que tienen los consumidores, que es la adquisición de alimentos, ya que en unidades la demanda ha caído a 20% o 30% máximo de lo que era hace seis años.
En una entrevista con Román Losinsky, en Unión Radio, el dirigente gremial destacó que el país no aguanta un año más de contracción económica e hiperinflación, por lo que los sectores políticos deberían impulsar un acuerdo de pacificación y gobernabilidad que permitiera quebrar la tendencia recesiva en 2020 para alcanzar un crecimiento de 0%, como escenario base.
Existe un grupo que se ubica entre 10% y 15% de la población que tiene acceso a divisas y está capeando la crisis con éxito relativo, pero el 85% o 90% restante del país no puede cubrir sus necesidades básicas, recordó Capozzolo. «La sociedad cada vez se parece menos al sector dirigencial del país; estamos en una vía y los políticos en otra. En lugar de guiarnos tendrán que seguirnos, porque no podemos tener otro año con caída del PIB e hiperinflación. Necesitamos las vías expeditas para poder producir, sin leyes con doble propósito, sin coacción, sin discrecionalidad».
Más adelante, el presidente de Consecomercio apuntó que «necesitamos recuperar urgentemente el crédito, porque puede ser la palanca determinante que empiece mover la economía. Necesitamos que los trabajadores tengan de nuevo sus tarjetas de crédito, que las empresas tengan opciones de financiamiento en la banca y la nación resuelva sus problemas de endeudamiento, porque no podremos levantarnos sin acceso al crédito externo. Es insólito que el país tenga 15.000 puntos básicos de riesgo país cuando resto de la región no llega a 1.000; eso es algo que debe resolverse. Nosotros ponemos el trabajo en la mesa. Es imprescindible lograr crecer, porque vamos a perder una generación entera».
– Crisis de recursos humanos –
El dirigente gremial del sector comercio destacó que el éxodo de población tiene efectos más graves en las regiones que en las capitales y, en consecuencia, advirtió que este problema debe debatirse en forma prioritaria, porque Venezuela enfrenta una crisis de recursos humanos.
Además, dijo que las empresas enfrentan otras crisis que obligan a «trabajar a pérdida», como la de servicios públicos, especialmente el suministro eléctrico, y la de seguridad. Destacó que los productores agropecuarios deben cargar a sus estructuras de costos tanto las deficiencias de servicios como las «vacunas», ya que hay bandas organizadas de pillaje y extorsión, muy peligrosas, que operan sin control efectivo.
Insistió en la necesidad de un acuerdo nacional, que parta de los sectores políticos dirigentes, pero que integre a la sociedad. Capozzolo puso la mirada más allá de la crisis actual para señalar que el costo de no actuar será más oneroso en el futuro, porque Venezuela no se está incorporando a las nuevas tendencias de la economía digital y es cada vez más un competidor menos relevante para la economía regional y global.
«No es con demagogia que vamos a crecer, es con trabajo competitivo, siendo mejores. Todo el mundo está aumentando su productividad menos nosotros. Esta situación no puede seguir un año más. No podemos aceptar que el mejor escenario para 2020 sea una caída de 10% del Producto Interno Bruto», manifestó el presidente de Capozzolo.