La industria farmacéutica venezolana está al 30% de su capacidad operativa y hay un 70% de capacidad ociosa debido a la falta de insumos y de materias primas para la fabricación de medicamentos, aseveró Tito López, presidente de la Cámara de la Industria Farmacéutica de Venezuela (Cifar).
«Cabe destacar que 98% de los medicamentos son importados y la última asignación de divisas que tuvimos nosotros, a través de Cencoex, fue en octubre de 2016. De ahí en adelante hemos tenido que acudir al mercado libre de divisas para poder adquirir las materias primas», expresó en un un podcast del Observatorio de derechos de Propiedad de Centro de Divulgación del Conocimiento Económico (Cedice Libertad).
Indicó que esa es la razón de los fuertes incrementos en los precios de los medicamentos.
López indicó que las nacionalizaciones o pago de aranceles también va amarrado al precio del dólar oficial. «Eso ha traído una serie de consecuencias respecto a los precios, como la revisión constante de los sueldos y salarios de todos los trabajadores de la industria. No es ningún secreto que la hiperinflación se ha comido los sueldos», manifestó.
Agregó que el índice de fallas en el mercado depende del tipo de producto o de la patología a que va dirigido el medicamento. «En fármacos para afecciones cardiovasculares, tenemos entre un 85 y 100% de fallas y los que son para el sistema nervioso central también están entre esos números. Los gastrontestinales rondan entre 90 y 100%, así como los de diabetes y cardiometabólicos también tienen un alto porcentaje», señaló.