La banca de inversión británica Barclays bajó su proyección de inflación para el cierre de 2019 a 12.592%, lo que sería una enorme desaceleración de 90,32% si se compara con el 130.060,2% que reconoció el BCV como índice nacional de precios al cierre de 2018, y de un aún más impactante 13.317% si se contrasta con el dato de 1.689.448,2% que dio la variación de precios al término del año pasado, medida por la Asamblea Nacional.
La información fue suministrada por el socio director de Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros, en su cuenta de Twitter, en un hilo donde reveló algunas de las proyecciones macroeconómicas actualizadas para Venezuela del banco de inversión británico.
En efecto, como consecuencia de la enorme contracción de la liquidez monetaria, básicamente determinada por la reducción del gasto público y la restrictiva política de encaje legal bancario, aparte de una severa contracción del consumo que, según Aristimuño Herrera & Asociados, por ejemplo, va por 70% en los últimos tres años, los economistas han venido ajustando sus proyecciones de inflación a la baja.
Este dato no significa una eventual desaparición del fenómeno hiperinflacionario, pero marcaría una nueva etapa en la evolución del fenómeno. No es una grandiosa noticia tal desaceleración, pero significa, de cumplirse el pronóstico, siquiera de manera aproximada, una teórica recuperación de poder de compra para la población.
Por otra parte, Oliveros destacó que la firma británica pronostica que la exportación petrolera promediará unos 580.000 barriles diarios, de los cuales solo 200.000 generarán flujo de caja para un fisco nacional que tendrá que cargar con una deuda externa que representará, al cierre del año, 152% del PIB.