El trueque se ha convertido en la nueva moneda de compraventa del venezolano.
A través de este sistema se cambian botellones de agua, jabón en panela, azúcar, plátanos, cloro, desinfectante, leche en polvo y jabón para lavar la ropa, entre otros.
Por medio de este cambalache se recibe un producto de 1 kilo o dos de medio kilo cada uno, que pueden ser pasta, arroz, caraotas o lentejas.
En las calles de las zonas populares de la ciudad capital se escucha a los vendedores ambulantes gritar: se cambia cloro por dos paquetes de pasta de medio kilo. En la calle de las populosas parroquias de Caracas también se canjea azúcar por un paquete de arroz de un kilo.
Esta modalidad ha sido implementada debido a que con el salario mínimo integral establecido en 65 mil bolívares mensuales la población se ve imposibilitada económicamente de adquirir los productos alimenticios.
Así lo denunció Marianella Herrera, médico nutriólogo y además directora del Observatorio Venezolano de la Salud (OVS). “Realmente el venezolano (y me incluyo) no puede con el costo de la canasta básica alimentaria. En términos de dólares, son más de 300 y ¿cuál es el sueldo mínimo que tenemos en este momento?”, citó Fedecámaras Radio.
Según el diputado Ángel Alvarado, el índice Nacional de Precios al Consumidor se ubicó en 349.127.203,40 bolívares; llevando la inflación del mes de abril a 44,7% y en 665,9% la acumulada en el cuarto mes del año.
Dijo que lo anteriormente expuesto hizo que el salario mínimo de abril de 2019, solo compraba 1,69% de la Canasta Alimentaria del venezolano.
“Aquí hay una tendencia muy clara de que el salario mínimo en Venezuela, por más que haya ajustes, cada vez compra menos y está cercano al 1% de la canasta alimentaria. Una canasta que según nuestras estimaciones está en abril en alrededor de un millón 161 mil 732 bolívares para el sostenimiento de una familia estándar en Venezuela”, apuntó el parlamentario.
Destacó que esto ocurre a pesar de que el rubro alimentos solo tuvo un incremento de 22%. Es decir que estuvo por debajo del promedio de otros que aumentaron más, como alquiler de vivienda que varió 200% o el rubro servicios que varió 252% en abril.
En un recorrido realizado por las zonas populares de Caracas, se encontró un denominador común entre las personas consultadas, y es que denuncian el incremento de 400% en el precio de la caja de los CLAP, que pasó de 500,00 a 2.500 bolívares sin contar con el pago del transporte que varía según cada Consejo Comunal entre 300 y 400 bolívares al sitio de arrime de la caja.
Así como la inconstante llegada caja de los CLAP , que sirve como paliativo ante la creciente hiperinflación en el país, que se estima alcance a 10 millones por ciento a finales del año, según cálculos del Fondo Monetario Internacional. También alertan que esta cajas, que ahora cuestan más, contienen menos productos alimenticios. Ya no vienen con latas de atún y salsa de tomate, traen menos paquetes de arroz y caraotas.
Comprar alimentos es cada vez más difícil
El economista Jesús Casique contabiliza que Venezuela lleva 17 meses de hiperinflación contados desde noviembre de 2017, además de seis años de continua caída del PIB, que a su juicio suman un acumulado de 76,9%.
“El margen de maniobra para enfrentar esta situación es cada vez más estrecho para los venezolanos”, observó el especialista en referencia al poder adquisitivo.
Comentó que el precio de la Canasta Alimentaria Familiar publicado por el Cenda-FVM se ubicó al cierre del pasado mes de abril en 1.924.265,02 bolívares.
“Casi dos millones de bolívares”, exclamó el especialista al explicar que para comprar los alimentos se necesitan más de 48 salarios mínimos, en el caso de una familia de cinco miembros y cada uno de esos integrantes tiene que tener un ingreso diario de 16.142,16 bolívares, de acuerdo con los cálculos del Cenda.
Según la organización todos los rubros de la canasta alimentaria aumentaron de precios entre ellos frutas, hortalizas, carnes, cereales, leche, quesos, huevos, café, granos, aceite y azúcar, mientras que otros 21 productos presentaron problemas de escasez entre estos leche en polvo, harina de maíz y de trigo y numerosos medicamentos.
Con base a estos datos estadísticos, Casique comentó que la situación económica para los venezolanos “es muy difícil”.
El economista considera que el Gobierno del presidente Nicolás Maduro “tiene que establecer una disciplina fiscal y monetaria, de lo contrario difícilmente se podrá abatir la situación hiperinflacionaria del país”.
“Muchas familias reciben remesas desde el exterior producto de la diáspora venezolana, pero en términos porcentuales la cantidad es de 30% mientras que el 70% de la población tiene que hacer grandes sacrificios para sobrevivir a una situación hiperinflacionaria con una caída del poder adquisitivo que se ubica en aproximadamente en 94%”