La pérdida del poder adquisitivo del venezolano seguirá siendo una constante mientras el gobierno de Nicolás Maduro no ataque la hiperinflación desde sus causas, dijo León Arismendi, director general del Instituto de Altos Estudios Sindicales (Inaesin).
Con el 1º de Mayo cerca y un nuevo aumento salarial en camino, «los trabajadores saben que cualquiera que sea el monto se volverá sal y agua ante el avance de los precios, que en el mes de abril retomaron la tendencia alcista tras la desaceleración de marzo, resultado de la política de encaje legal y de los apagones que prácticamente paralizaron el país», indicó.
Las sanciones impuestas por el gobierno de EEUU al petróleo venezolano y que entraron en vigencia este 28 de abril, reducen aún más los escasos ingresos que el gobierno de Maduro percibía por esa vía. “Esto quiere decir que para poder cubrir el incremento salarial que está por venir, lo hará con más dinero inorgánico presionando el alza de precios en los bienes y servicios de la economía”.
Arismendi señala que no hay que inventar la rueda. “El gobierno conoce muy bien lo que tiene que hacer para acabar con la hiperinflación y permitir que el sector privado aumente la producción y así tratar de recuperar la capacidad de compra del trabajador”, sostuvo Arismendi.
Hoy en día, el billete de mayor denominación de la economía venezolana, el de Bs 500 ($0,089 calculado a la tasa de cambio del mercado paralelo), no alcanza para comprar ni un huevo, ya que el cartón de 30 unidades se consigue en Bs 18.000, el monto del actual salario mínimo ($3,21 mensuales).
Los trabajadores han visto un deterioro acelerado de sus condiciones de vida, por lo que el director general de Inaesin considera urgente se tomen las medidas necesarias para corregir estas distorsiones.