La directora gerente del FMI, Christine Lagarde, expresó la importancia de que China limite el alcance de su iniciativa de inversión, conocida como la Nueva Ruta de la Seda, en función de criterios de necesidad y de sostenibilidad.
La Nueva Ruta de la Seda es un enorme proyecto comercial diseñado por China y lanzado en 2013, que pretende conectar Europa, Asia del Sur y Oriental, Asia Central, Oriente Medio y también América Latina, con el fin de aumentar el desarrollo económico del mundo.
“Para tener éxito, la Ruta de la Seda solo debería ir allí donde se necesita”, señaló Lagarde, en Pekín, capital china, en el II Foro de la Franja y la Ruta de la Seda, donde el Gobierno chino ha reunido a representantes de 150 países, incluyendo 37 jefes de Estado o de Gobierno. Añadió que China debería llevar esta iniciativa “solo donde sea sostenible, en todos los aspectos”.
En su intervención, la directora del FMI señaló que Pekín ya ha dado pasos en ese sentido, remarcando que el nuevo marco sobre sostenibilidad de la deuda será utilizado para evaluar los proyectos de inversión
En este sentido, Lagarde defendió los beneficios para el proyecto de incorporar una mayor transparencia, así como procesos de compras abiertos con licitaciones competitivas y una mejor evaluación de los riesgos en la selección de proyectos.
Asimismo, la exministra francesa de Finanzas apuntó que el lanzamiento del “principio de inversión verde” por parte de las autoridades chinas representa otro paso importante para el éxito de la iniciativa.
“La sostenibilidad de la deuda y la sostenibilidad verde fortalecerán la sostenibilidad de la nueva Ruta de la Seda”, apostilló.