Los jefes del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) dijeron el jueves que están listos para ayudar a Venezuela, pero señalaron que no pueden hacerlo hasta que los miembros de ambos organismos decidan qué gobierno reconocen en Caracas.
La legitimidad del gobierno de Venezuela está en cuestión desde enero, cuando el líder opositor Juan Guaidó desafió la autoridad del presidente Nicolás Maduro, en medio de un agravamiento de la crisis económica y humanitaria en el país sudamericano.
La directora gerente del FMI, la francesa Christine Lagarde, y el nuevo presidente del BM, el estadounidense David Malpass, expresaron su “gran preocupación” ante la situación en Venezuela en dos ruedas de prensa en el marco de las reuniones de primavera de ambas instituciones, que se realizan esta semana en Washington.
Tanto el FMI como el BM están esperando el posicionamiento de la comunidad internacional, y por ende de sus países miembros, para un posible reconocimiento de Guaidó, quien cuenta con el apoyo de más de 50 países, entre ellos Estados Unidos, las principales naciones de la Unión Europea y Brasil.
Pero Maduro, quien asumió el 10 de enero un segundo mandato hasta 2025 tras cuestionadas elecciones, sigue siendo el presidente en el poder, con apoyo interno de los militares y externo en particular de Rusia y China.
La cuestión del reconocimiento de uno u otro “no es decidida por el Banco sino por sus accionistas”, dijo Malpass, prometiendo que el BM se involucrará para atender la “crisis humanitaria”.
“La gente ya no tiene la capacidad de alimentarse”, afirmó.
En sintonía, la directora del FMI indicó: “Estamos realmente muy, muy preocupados por la crisis humanitaria que se está desarrollando ante nuestros ojos en Venezuela”, dijo, y señaló que el FMI espera ser “guiado” por sus miembros.
“Depende de ellos indicar qué autoridad reconocen diplomáticamente para que podamos actuar”, insistió Lagarde. “Tan pronto como lo hagan, actuaremos”, agregó.
El FMI no realiza desde 2004 visitas técnicas a Venezuela para la revisión de sus cuentas, como prevén los estatutos. Pero Lagarde dijo a pesar de que el Fondo fue declarado ‘persona non grata’ en Caracas, cuenta con información “suficiente”.
“Hemos hecho todo el trabajo preparatorio que pudimos (…) para estar listos para actuar de la manera más rápida posible”, dijo.
El Banco Mundial cerró sus oficinas en Caracas en 2009, pero sigue de cerca la situación venezolana, dijo la semana pasada a AFP Carlos Végh, economista jefe del BM para América Latina y el Caribe. En detalle, Végh precisó que el organismo prepara un plan para “atender el área social” para aplicar “cuando las circunstancias se den”.
La economía en Venezuela, que cuenta con las mayores reservas probadas de petróleo del mundo, está implosionando, según el FMI y el BM, pero Maduro niega que el país esté sufriendo una crisis humanitaria y culpa a las sanciones estadounidenses de sus problemas económicos.
En sus previsiones económicas divulgadas antes de las reuniones de primavera, el BM y el FMI proyectaron una contracción del 25% del PIB venezolano y una hiperinflación de 10.000.000% para este año.