La principal patronal de Venezuela, Fedecámaras, alertó que el racionamiento eléctrico que aplica el Gobierno en 20 estados del país, tras los apagones ocurridos en marzo, está afectando la producción y con ello el abastecimiento de los alimentos.
“Hay fuertes problemas en el sector industrial, que no tiene plantas eléctricas, y en los sectores que requieren cadena de refrigeración, la producción está totalmente afectada y eso está empezando a sentirse en el abastecimiento”, dijo a Efe el presidente de Fedecámaras, Carlos Larrazábal.
Indicó que hasta el momento la patronal no tiene un cálculo exacto sobre las pérdidas que dejaron todos los fallos del servicio eléctrico ocurridos en la primera y última semana de marzo.
Sin embargo, destacó que por el masivo apagón del 7 de ese mes, que se extendió por cinco días, se estima que hubo pérdidas diarias de 200 millones de dólares.
Aseguró, en ese sentido, que las pérdidas por los apagones que se registraron en la última semana de marzo son “más difíciles” de calcular debido a la intermitencia del servicio.
Según el gobierno de Nicolás Maduro, los apagones ocurrieron porque el sistema eléctrico del país fue “atacado” por Estados Unidos y la oposición de forma “cibernética” y con un fusil de larga distancia.
La oposición, por su parte, señala que la falta de mantenimiento y la corrupción de Estado fue lo que provocó los fallos eléctricos.
El presidente, Nicolás Maduro, informó el pasado 31 de marzo sobre la puesta en marcha de un plan racionamiento eléctrico por 30 días.
De acuerdo con el cronograma diseñado por el Ministerio de Energía Eléctrica y la estatal Corporación Eléctrica (Corpoelec), 20 de los 23 estados del país se quedarán sin luz al menos 18 horas por semana.
En el esquema no está incluida Caracas, el estado Vargas, cercano a la capital venezolana y donde se encuentra el principal aeropuerto del país, y las regiones fronterizas de Amazonas (sur) y Delta Amacuro (noroeste).