Especialistas de la industria eléctrica rechazaron la versión oficial del “ataque cibernético” al Sistema Eléctrico Nacional (SEN), como causa fundamental del inédito apagón que sobrepasó el dintel de las 72 horas en la casi totalidad del territorio nacional, ocasionando un colapso en la cotidianidad del país, en los sistemas de transporte masivo, telecomunicaciones y en la economía.
El Gobierno en esta ocasión, nuevamente endosó la raíz de la importante falla del sistema a un hecho deliberado, esta vez lo calificó de “sabotaje electromagnético” con epicentro en la central hidroeléctrica de Guri (Bolívar), proveniente de Estados Unidos.
Voceros de Corpoelec y el Ministerio de Energía Eléctrica no han ofrecido detalles de la reciente ocurrencia.
El presidente Nicolás Maduro, ordenó la creación de una comisión que investigará los hechos, liderada por la vicepresidenta Delcy Rodríguez y la cual contará con la asesoría de Rusia, China, Irán y Cuba, países conocedores de ciberataques.
Miguel Lara, exgerente general de la Oficina de Operación de Sistemas Interconectados (Opsis) y José Aguilar, consultor de sistemas eléctricos, señalaron a pocas horas del apagón que “por su amplitud geográfica, es innegable que ocurrió entre los tramos de la subestación San Gerónimo B y el Guri B entre las cuales se encuentra la subestación Malena”.
el ministro Luis Motta Domínguez supervisó este jueves la Subestación San Gerónimo B verificando el funcionamiento del Sistema 765 kV”, dijo la empresa a través de @CorpoelecGUA.
Los especialistas argumentaron que “no es posible” un ataque cibernético, posición coincidente con un documento elaborado por la Facultad de Ingeniería de la Universidad Central de Venezuela (UCV).
Sostienen los analistas que la fuente hidroeléctrica del Bajo Caroní, básicamente del embalse de Guri, suministra casi 80% de la energía eléctrica del país; mientras que el parque termoeléctrico, está altamente indisponible, carece de mantenimiento y de combustibles, así como de personal especializado para encarar estas situaciones.
“De los 19.000 megavatios (MW) térmicos instalados en el país, solo funcionan unos 2.000 a 2.500 MW. Esto es inexcusable. El Zulia y los Andes en la cola del SEN, muy afectados desde hace algunos años de manera recurrente”, resaltó Aguilar.
En su opinión “otros factores además del incidente que sirvió de espoleta es lo que pudo haber pasado en el Centro Regional de Guayana, en Puerto Ordaz, desde donde se comanda la Red Troncal de Transmisión (RTT) a través de un mecanismo de control que se llama Sistema de Supervisión y Control de Datos (Scada), el cual también interactúa con el sistema AGC o en castellano, Sistema de Control Automático de Generación de la Casa de Máquinas II (CMII) de Guri”.
Destaca que un ataque cibernético “no es posible ya que los lazos de comunicaciones entre el Scada y el AGC no tienen conectividad con el mundo exterior para evitar este tipo de acciones”.
Entretanto, el informe de la UCV advierte que el apagón “se produjo por un incendio que afectó tres líneas de transmisión y sacó de sincronía a Guri”.
O bien, “que las turbinas de la CMII sufrió daños que obligarán al racionamiento”.
Asimismo señala que la inoperatividad del Guri recargó a la generación térmica, que de todas formas perdió la sincronía necesaria para usar la red de transmisión y se desconectaron de forma automática.