La principal conclusión para Venezuela, al finalizar la XVI Cumbre Mundial de Premios Nobel de la Paz, es que el camino para superar la crisis estructural del país es el entendimiento y la negociación, a través de un amplio proceso de concertación, en contraposición a la agenda de la violencia.
Las declaraciones corresponden al gobernador del estado Lara, Henri Falcón, quien asistió a la XVI Cumbre Mundial de Premios de la Paz, que se realizó en Bogotá, Colombia, instalado por el presidente Juan Manual Santos.
Falcón dijo que 31 figuras galardonadas con el Nobel de la Paz debatieron sobre la democracia en el mundo y destacó el rol protagónico en la solución de conflictos, de Lech Walesa, expresidente de Polonia; los ex presidentes de Colombia, Juan Manuel Santos y de Costa Rica, Oscar Arias; Rigoberta Menchú, líder indígena de Guatemala; José Ramos-Horta, presidente de Timor Oriental entre otros activistas por los Derechos Humanos.
“En las conversaciones con estas grandes figuras hay varios elementos que destacan y son aplicables por entero a la realidad venezolana”, dijo Falcón a través de una nota de prensa.
“En primer lugar, que no hay violencia buena. Hay que borrar de la mente que una idea política se tenga que defender a través de las armas o de la fuerza”.
El mandatario local se pronunció por alcanzar acuerdos en lo económico y político, que permitan resolver la crisis social.
“La presencia de facilitadores, reconocidos por las partes, genera un clima de confianza que debe ser fortalecido incorporando a un comisionado del secretario general de las Naciones Unidas y a otro de la Organización de Estados Americanos, pero es muy importante resaltar el rol que ha venido desempeñando el representante del Vaticano”.
En tercer lugar destaca el proceso de reparación a las víctimas que han sufrido persecuciones, actos de violencia y discriminación.
Afirmó que los premios Nobel de la Paz expresaron que la existencia de presos políticos es un tema que debe abordarse con amplitud, sin extremismos, para resolverlo en el corto plazo, “porque en una democracia no se puede castigar a quien piensa distinto”.
Y otro punto que formó parte del debate internacional de la cumbre, con aplicación en Venezuela, es la propuesta de instalar una justicia transicional lo que significa que los mecanismos ordinarios de la justicia no se ajustan apropiadamente al proceso especialísimo del diálogo y del entendimiento en la crisis estructural del país.
Falcón anunció que invitará formalmente a la organización mundial de premios Nobel de paz, en la figura de la secretaría permanente, para que se analice la posibilidad de que alguno de los laureados visite Venezuela para contribuir y orientar exitosamente el camino hacia la paz.
Sanar las heridas
Falcón refirió que una de las frases más aplaudidas en la cumbre la pronunció el presidente Juan Manuel Santos: no hay paz con hambre y pobreza. En el caso venezolano esa reflexión adquiere una dimensión dramática por la crisis humanitaria, por el desabastecimiento de medicinas y alimentos, además de los altos índices delictivos.
Mientras no se resuelvan los problemas existirá la amenaza de la violencia, el caos y la anarquía, fue un pronunciamiento unánime de los Premios Nobel de Paz, reunidos en Colombia.
Sin embargo aseguran que “somos más los que creemos en los valores superiores que unen, como el amor, la unidad, el perdón y la reconciliación, a quienes se empeñan en dividirnos y enfrentarnos como hermanos. El mensaje es sencillo: para desarmar al mundo, primero debemos desarmarnos en lo interior”, dijo.