Pocos segundos antes de cerrar su intervención en el IV Congreso del PSUV, el presidente de la Asamblea Nacional Constituyente cerró filas al lado de Nicolás Maduro y propuso a los delegados entregarle amplios poderes al Presidente al frente del partido de la revolución.
Interrumpido por un abrupto apagón de luz, Cabello pidió a los asistentes respaldar la gestión de Maduro: proponemos “designar y ratificar al presidente Nicolás Maduro como presidente del Partido Socialista Unido de Venezuela, al compañero Nicolás Maduro Moros ¡pero! otorgarle de una vez toda la potestad necesaria para que el presidente Maduro tome las decisiones que él considere convenientes, para nombrar a su dirección nacional, a los equipos políticos, cualquier decisión que en materia organizativa sea necesaria para el fortalecimiento del partido y de la revolución. Yo quisiera someter estos a votación, a votación no, quisiera saber si…
Hasta allí llegaron sus palabras antes del apagón, pero en medio de la confusión, el Congreso entregó un aval a Maduro para llevar adelante el programa económico y organizativo elaborado por el Gobierno.
El mecanismo que le otorga poderes especiales al presidente del partido está contemplado en el artículo 5 de los estatutos, sin embargo, durante los debates regionales, bases del PSUV han pedido ser escuchados y reivindicaron el derecho a elegir a sus dirigentes.
Igualmente desde distintos voceros de importantes figuras del partido, como Elías Jaua, Adán Chávez y Jesús Faría, se venía solicitando que las bases del partido fuesen escuchadas.
Igualmente surgieron críticas a la política económica, a la vigencia del control de cambio y la solicitud de una rectificación, especialmente de las políticas económicas.
Diosdado Cabello durante su intervención en la mesa de trabajo advirtió que esa decisión fue compartida en las 12 mesas de trabajo de la plenaria y resaltó que Maduro ha demostrado una gran capacidad para escuchar y muchas veces de cambiar las decisiones.
El mecanismo está contemplado en los estatutos del partido de gobierno, sin embargo, la grave situación que vive el país ha desatado críticas a la conducción de la revolución.
Otra intervención que se alineó en el mismo sentido fue la del ministro para las Comunas, Aristóbulo Istúriz, quien señaló ante el IV Congreso que es necesario construir una hegemonía política para impedir que se pierda la revolución.
Istúriz, reconoció sin embargo que si bien, la organización estratégica para consolidar una democracia participativa, protagónica y revolucionaria tiene que ser a través del mecanismo electoral, advirtió que cada vez que el partido va a elecciones corre riesgos, por lo que es necesario construir una hegemonía.
Otra voz que salió a favor de debatir los problemas del país fue la de la exministra de la Juventud, Mary Pili Hernández. A través de su cuenta en la red social twitter @marypilih expresó: “De verdad hubiera querido estar equivocada respecto a este Congreso del #PSUV. Adiós a la democracia participativa y protagónica. Eso sólo quedó como una frase bonita en los estatutos y en la Constitución. Demasiado miedo de que la base elija y se exprese. ¿Qué diría #Chávez?”.
Nicolás Maduro reconoció ante la plenaria del IV Congreso su responsabilidad en la crisis económica que vive el país y explicó que se requerirán dos años para lograr una recuperación con alto nivel de estabilidad.
“Los modelos productivos que hasta ahora hemos ensayado han fracasado, y la responsabilidad es nuestra, es mía no podemos echarle la culpa a la santísima trinidad, tenemos que echar adelante esa potencia económica que tenemos”, dijo Maduro, quien ofreció medidas que a su juicio permitirán la recuperación.