Dejar de lado la política de intervención en los asuntos de Venezuela y sumarse a un diálogo constructivo con América Latina y el Caribe, fue el llamado que hizo a la Unión Europea (UE) el ministro para Relaciones Exteriores, Jorge Arreaza.
“Le hemos pedido a la UE que tenga una aproximación distinta, no puede erigirse el Consejo de la UE en tribunal porque no lo es, no tiene competencia para ello. Esas llamadas sanciones, cuando usted ve la motivación, no soportarían ningún tipo de análisis preliminar jurídico”, señaló en una entrevista concedida a la Agence France-Presse (AFP) y que fue citada en una nota de prensa.
El canciller se encuentra en Bruselas, Bélgica, donde se desarrolla la II Reunión de Ministros de Relaciones Exteriores de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños y de la Unión Europea (Celac-UE), donde ha pedido relaciones de respeto y cooperación constructiva entre ambos bloques.
Para Arreaza, la UE responde a los lineamientos establecidos por el gobierno de los Estados Unidos contra el pueblo y el gobierno legítimo de Venezuela, formato que igualmente está siendo aplicado contra Nicaragua para propiciar acciones desestabilizadoras.
“Es el mismo formato que le aplicaron a Venezuela, lo han aplicado en otras partes de nuestra América, lo pueden aplicar hoy en Nicaragua, ayer en Venezuela y mañana en cualquier otro país donde haya un gobierno con signo progresista”, agregó.
Por ello, reprochó la conducta poco diplomática de algunos países miembros de la Celac, por incorporar el tema de Venezuela en las discusiones de la reunión ministerial.
“Algunos países, sin haberlo previsto en las reuniones de la Celac, sin haber propuesto temas sobre Venezuela y sobre Nicaragua en el diálogo con la UE, comenzaron a introducir ese tema siguiendo el guión de Estados Unidos para que faciliten las condiciones para intervenciones en América Latina”, denunció.
La segunda reunión ministerial entre la Celac y la Unión Europea finalizará este martes. El encuentro, en el que participan ministros y altos representantes de los 33 países de la Celac y de los 28 de la UE, centra el debate en la construcción de puentes y el fortalecimiento de la asociación entre esas naciones para enfrentar los desafíos globales.