La firma Torino Capital destacó en su último informe que el salario integral nacional, actualmente ubicado en Bs 5.196.600, se ha depreciado en 87,6% desde abril de 2017.
Argumentan los economistas del banco de inversión que luego del 20 de junio, cuando el presidente Nicolás Maduro anunció el cuarto aumento de salario mínimo integral en lo que va de 2018 , “en total, la compensación laboral mínima de los trabajadores venezolanos subió 103%, de Bs 2.555.500 a Bs 5.196.600 $65 a la tasa oficial del sistema Dicom”.
Detallan que a consecuencia de la decisión presidencial el sueldo básico experimentó un aumento de 200%, es decir de un millón a 3 millones de bolívares así como el bono de alimentación pasó de Bs 1.550.500 a Bs 2.196.600, un alza de 41,2%.
“Este aumento de salario luce bastante rezagado con respecto a la inflación. El último incremento de sueldos se traduce en un alza mensual de 42,5%, una tasa mucho menor al estimado de inflación promedio mensual para los meses de abril y mayo, que arrojó 95,1%”.
–La compensación laboral mínima cayó 87,6% en términos reales entre abril de 2017 y abril de 2018, suscriben. A juicio de la Consultora, la periodicidad bimensual de los incrementos salariales no es del todo beneficiosa para el trabajador, como parece.
“Esperamos que este valor se siga deteriorando en 45,0% adicional para finales de julio. Este comportamiento puede ser consistente con la idea de que la inflación se acelera más rápido que la capacidad del Gobierno de financiarla a través de impresión de dinero”.
–También puntualizamos que mantener la periodicidad de los ajustes constante con una aceleración inflacionaria puede conducir a un deterioro aún más veloz de los salarios reales entre un aumento y otro”, destaca Torino Capital en su informe Venezuela y Ecuador, titulado Espiral de precios.
Para la firma resulta sorprendente que, con el más reciente aumento salarial, el Gobierno pareció no haber tratado de compensar las tasas de inflación de los meses pasados.
“Es posible que los estimados de inflación del Gobierno sean más bajos, pero parece que, al menos, está dispuesto a aceptar un deterioro significativo de los salarios reales”, señala el informe.
Calculan que el impacto presupuestario de la decisión sería de Bs 193,2 billones, que, a la tasa Dicom publicada por el Banco Central de Venezuela, se traducen en $2,4 millardos.
Alegan que, sin embargo, “si se toma en cuenta la tasa de Bs 2.200.000 por dólar a la que el Gobierno permite el ingreso de remesas, el alza salarial costaría apenas $0,1 millardos, lo que equivale a 0,1% del Producto Interno Bruto (PIB)”.
Asimismo apuntan que “la magnitud de la partida de salarios es insosteniblemente alta a la tasa Dicom, pero bastante moderada a la tasa de las remesas.
Esto sugiere que el gasto real en salarios no es el principal motor de la espiral hiperinflacionaria venezolana.
Si tomamos la tasa de las remesas como indicador de una potencial tasa determinada por el mercado, los números muestran un gasto de nómina relativamente restringido”, especifican.
Por otra parte, la consultora observó que en mayo el gasto real del gobierno central se recuperó aunque se mantiene por debajo del 2017.
Los desembolsos crecieron 50,2% con respecto a abril y fueron 189% superiores al colapso de marzo. Ubican, no obstante, la contracción interanual del gasto en 38,1%.