El poder adquisitivo continúa en declive: un trabajador que gana salario mínimo –1 millón de bolívares– debe laborar 2,5 años para poder comprar por lo menos 9 de los 60 productos que integran la canasta alimentaria familiar. Hasta la semana pasada se necesitaban 25,14 millones de bolívares para adquirir un cartón de huevos, un litro de leche, un kilo de carne mechada, de pollo, de queso guayanés, de jamón de pierna, de café, de azúcar y de pasta.
Desde que Venezuela entró en hiperinflación en octubre de 2017 –cuando superó por primera vez en su historia la barrera de 50%– los precios de los productos han aumentado semanalmente, según comerciantes, una realidad que angustia cada día al venezolano por la acelerada pérdida de su capacidad de compra.
Henkel García, analista financiero y director de Econométrica, afirmó que de mayo de 2017 a mayo de este año el poder de compra del ingreso mínimo –salario base y bono de alimentación– cayó 94,2%, mientras que la inflación del mes pasado fue de 99,2%,
Para ilustrar la abrupta caída del poder adquisitivo, el economista dijo que con el ingreso mínimo de 2007 una persona compraba lo que actualmente adquiere con 100 millones de bolívares. Hace 11 años el salario mínimo era de 614,79 bolívares, después de que el fallecido presidente Hugo Chávez decretó un aumento.
En el mercado municipal de Chacao un consumidor, que prefirió no identificarse, contó que hace 3 semanas pagó 2 millones de bolívares por 5 kilos de pollo. El sábado 26 de mayo esa suma de dinero le alcanzó para uno solo. “Tuve que poner más dinero para comprar el pollo entero. Me siento frustrado”, expresó. El kilo costaba el jueves pasado 1,54 millones de bolívares.
En otros dos frigoríficos todos los comerciantes estaban desocupados por la ausencia de clientes. En una venta de cochino, los tres empleados conversaban entre sí. Un hombre se acercó y preguntó por los precios de algunos productos. “Mañana serán otros”, afirmó uno de los trabajadores. “Esos ya son viejos, de la semana pasada”, agregó su compañero. Su par aseguró que todas las semanas aumentan los precios.
Ante el notorio descenso de compradores en el mercado de Chacao, una vendedora de hortalizas recordó que antes el recinto estaba tan lleno que se hacían colas para pasar las tarjetas por los puntos. Ahora, por la caída de las ventas, pide a los proveedores menos hortalizas para no perderlas.
En una venta de carne también disminuyó la cantidad de pedidos. Los ocho empleados estaban ociosos. “Algunos pasean por allí”, dijo uno. Un kilo de carne mechada costaba 4,65 millones de bolívares.
“Antes podía comprar una pieza de carne, un kilo de pollo y pescado. Ahora, a pesar de que todo lo que gano lo gasto en comida, llevo un mes sin comer proteína animal. La sustituyo con la vegetal”, relató una mujer que se encontraba en el mercado municipal. Y añadió: “Me siento abusada”.
En el mercado muchos productos pasaban del millón de bolívares, el salario mínimo. Un kilo de queso guayanés 2,8 millones de bolívares, el de jamón de pierna 2,3 millones, el de café 8 millones de bolívares y el de pasta 1,5 millones de bolívares. El cartón de huevos 2,4 millones y un litro de leche 1,5 millones. Pero el kilo de azúcar lo expendían en 450.000 bolívares.
Pulverizado. En lo que queda de año los precios de los productos pueden aumentar mucho más. Economistas advierten que la inflación de 2018 podrá superar el umbral de 100.000%.
“No hay manera de que un salario en bolívares, con esa tasa de inflación, pueda mantener el poder de compra”, aseguró el economista Asdrúbal Oliveros, director de la firma Ecoanalítica. “Esa es la mayor tragedia que tiene este ciclo hiperinflacionario. Hay un rezago muy fuerte entre el ajuste de los precios y los salarios”.
El diputado José Guerra, miembro de la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional, coincidió con Oliveros: “No hay salario que aguante una inflación de 100.000%”. Destruye todos los ingresos: salario, ahorro y pensiones.
La economista Sary Levy aseguró que si no se toman correctivos el colapso se profundizará. Recordó que desde 2009 –año que registró una inflación de 25,1%– ha alertado, al igual que otros profesionales del área, que en el país se estaba sembrando una hiperinflación. “Como siempre sucede, cuando se alerta sobre un problema uno es profeta del desastre para este régimen. Las advertencias son desoídas, pero lamentablemente se concretan”.
Su colega Luis Vicente León, presidente de Datanálisis, señaló que la capacidad de compra del venezolano se pulverizará más a finales de año. “No hay duda de que la población ha perdido ingresos a una velocidad impresionante”.
Añadió que fue apareciendo una serie de compensadores del ingreso: subsidios estatales, como los CLAP y los bonos; las transferencias, que son ayudas familiares; y las remesas, que representan el mismo concepto pero en dólares.
Los economistas sostienen que quitarle tres ceros al bolívar no resuelve la crisis económica que ha generado el alza acelerada de los precios. Levy expresó: “Me preocupa que no estemos hablando de la hiperinflación subyacente que es justamente el problema que generó la reconversión. Si no hay un cambio de política pública que la controle, pues simple y llanamente no estamos haciendo nada”.
León indicó que si no se resuelve el problema que está ocasionando la inflación, la reconversión se pierde y a la vuelta de la esquina habrá que quitar otros tres ceros.
Apuntó que en 90 días, con una inflación de 100% por mes, los billetes perderán 87,5% de su valor. El de 100.000 bolívares valdría solo 12.500 bolívares. El billete de 20.000 tendría un valor de 2.500 bolívares.
“Algo que hoy cuesta 100 en 30 días costará 200, en 60 días 400 y en 90 días 800. Es decir, una persona necesitará 8 billetes de 100 para algo que hoy compra con uno. Es lo mismo con el de 100.000 bolívares”, dijo.
Consideró que es muy probable que dentro de tres meses sea más alto el porcentaje de inflación, lo que significa que los billetes perderán más valor. “Es posible que en junio la inflación esté por encima de 100%, luego de que vimos un proceso de macrodevaluación en los últimos días. El dólar ha repuntado de manera desproporcionada en el paralelo, que es el marcador de los precios porque prácticamente no hay dólares oficiales respaldando importaciones”, refirió.
Los economistas afirmaron que, dada la hiperinflación, los 8 billetes nuevos (de 2, 5, 10, 20, 50, 100, 200 y 500 bolívares soberanos) que sustituirán al cono vigente, también perderán su valor en solo meses.
Guerra añadió que a finales de año el billete de 500 bolívares soberanos valdrá 46 bolívares, y el de 100 bolívares soberanos 10 bolívares.
El dato
El Fondo Monetario Internacional previó una inflación de casi 14.000% en Venezuela para este año y una caída del producto interno bruto de 15%, en lo que sería su quinto año en recesión. El organismo pronosticó además que Venezuela tendrá el más alto índice de inflación entre los mercados emergentes para este año y el siguiente. Tras cerrar 2017 en 1.087,5%, el fondo proyecta que el índice de precios al consumidor en 2018 será de 13.864,6% y de 12.874,6% para 2019, la cifra más alta de la región.