Entre las disposiciones de la resolución de Washington aparece el impedimento para liquidar saldos de cuentas por cobrar relacionadas con petróleo. De esta forma se busca atacar la principal fuente de ingresos del país sudamericano.
En una conferencia telefónica con periodistas, altos funcionarios del Gobierno de Trump explicaron que estas acciones pretenden impedir que Maduro venda activos públicos venezolanos a cambio de sobornos.
De esta forma, la orden ejecutiva prohíbe a cualquier ciudadano, institución o empresa estadounidense adquirir deuda venezolana o activos y propiedades pertenecientes al Gobierno de Venezuela en Estados Unidos, incluidas aquellas inversiones derivadas de Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA). No obstante, las sanciones no atacan directamente las transacciones petroleras de Venezuela, por lo que EE.UU. no pone impedimento a que el crudo venezolano siga comercializándose en el país, según informa la agencia Efe.
Previamente, el vicepresidente norteamericano, Mike Pence, y el secretario de Estado, Mike Pompeo, adelantaron que Washington tomaría medidas tras los comicios, a los que calificaron de “farsa”. Según los funcionarios prepran acciones “económicas y diplomáticas inmediatas” para “apoyar el reestablecimiento de la democracia”.