Las medidas del gobierno de Nicolás Maduro contra Panamá, que empezaron luego de la publicación del Ejecutivo de Panamá de la lista de 55 funcionarios venezolanos políticamente expuestos, solo empeoran la crisis económica nacional y la relación comercial entre ambos países, afirmó Juan Pablo Olalquiaga, presidente de Conindustria.
“Nicolás Maduro utiliza el poder que tiene como presidente para defenderse a sí mismo y a su camarilla. Panamá, como parte de la comunidad internacional, considera que esos funcionarios deben ser presionados para que permitan la realización de elecciones transparentes”, añadió.
El gobierno suspendió toda relación económica, comercial y financiera con 96 empresas panameñas, de las cuales 4 están vinculadas con el presidente Juan Carlos Varela y su familia; y con 22 personas naturales, incluidos Varela y la vicepresidente y canciller, Isabel de Saint Malo. “No es la respuesta que un país debe tener, sacrifica la economía por un problema político”, dijo Olalquiaga. Ambos países retiraron a sus embajadores.
Panamá es un puente comercial importante en América Latina porque es utilizado como centro de acopio para depositar mercancía y después trasladarla a otros países, entre ellos Venezuela, recordó el directivo. La nación depende en gran parte de importaciones de repuestos para maquinarias, materias primas y químicos para el sector industrial y de productos de consumo para el sector comercial.
Refirió que la contracción venezolana y la falta de mecanismos para acceder a divisas incidieron fuertemente en las relaciones comerciales bilaterales. “Maduro ha conducido la economía no solamente a la bancarrota financiera, sino a la destrucción de la generación de producción y de puestos de trabajo por su propio interés egoísta y político de mantenerse en el poder. Restringir el comercio con Estados importantes perjudica al consumidor venezolano”, expresó.
Venezuela también tuvo relaciones comerciales importantes con Colombia, Estados Unidos, Italia y España, que crecieron desde 2005 hasta 2011. A partir de 2012 empezó a disminuir la actividad económica venezolana, lo que impactó en las relaciones.
Olalquiaga indicó que actualmente el país debería importar cerca de 30 millardos de dólares en el sector privado, pero las importaciones son apenas 35%; y debería exportar cerca de 15 millardos de dólares (fuera del petróleo) y exporta menos de 20% de esa suma.