El gasto real del gobierno central reportó una contracción importante en enero, reduciéndose 41,5% en términos anuales y 32,3% con respecto al mes anterior; con este resultado, los egresos caen a su nivel más bajo desde septiembre de 2017, advierte Torino Capital en su último informe.
“Estos datos revelan que la inflación está erosionando rápidamente los aumentos nominales del gasto, un fenómeno claramente asociado con episodios hiperinflacionarios”, indica el banco de inversión.
Según el estudio, la contracción de 41,5% registrada en enero es la mayor en los últimos 10 meses. La data ajustada por estacionalidad revela que en diciembre el gasto subió 11,2%, lo cual refleja el intento del Gobierno de incrementar los egresos previo a las últimas elecciones.
“Las grandes contracciones en el gasto real del Gobierno no son inusuales cuando los países entran en episodios hiperinflacionarios. La hiperinflación, de hecho, sucede cuando el ritmo de aumento del financiamiento monetario es tan alto que cualquier alza adicional de la impresión de dinero conlleva a un deterioro en la cantidad real del gasto que puede ser monetizado (…)”, apunta. En otras palabras, las personas se deshacen del dinero más rápido de lo que el Gobierno puede imprimirlo.
La firma espera un incremento en el gasto entre febrero y abril, mientras el Gobierno se prepara para las elecciones del 22 de abril. Precisa que el presidente Nicolás Maduro aprobó recientemente un bono de 700.000 bolívares ( $28 a la última tasa Dicom). “Pagar este bono requeriría la erogación de 6,3 billones de bolívares, lo que es igual a la mitad del nivel actual de gasto”.
Torino Capital espera que el pago de estos bonos discrecionales aumente a medida que se acerquen los comicios. Y refiere que “a pesar de las contracciones reales registradas en los egresos, el déficit fiscal no se ha visto reducido; esto se debe a que la inflación está deteriorando el valor de los ingresos reales aún más rápido”.
En términos nominales, dice, la recaudación de impuestos creció 517% en 2017, menos que el gasto nominal del gobierno central (789%); en términos reales cayó en 69,6%.