El Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) señaló este sábado que el número de personas subalimentadas en América Latina y el Caribe aumentó por tercer año consecutivo y alcanzó a 39,3 millones en 2018 (6,1 % de la población), principalmente debido a la «dramática situación» en Venezuela, donde 80% de su población se encuentra en inseguridad alimentaria.
El IICA, con sede en Costa Rica, indicó en un comunicado de prensa que presentó las cifras en el marco de la 49 Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), celebrada en la ciudad colombiana de Medellín.
El director General del IICA, Manuel Otero, expresó que mientras en algunos países la subalimentación es menor a 5% de la población, en otros casos, como Bolivia, Guatemala y Nicaragua, representa más de 15%.
Por su parte, 45% de la población de Haití está expuesta a la inseguridad alimentaria, mientras que en Venezuela padece ese flagelo 80% de la población, según cifras presentadas por el IICA.
«La región del Corredor Seco Centroamericano, los países del Caribe Oriental, Haití y Venezuela concentran los principales riesgos de inseguridad alimentaria de la región, presentando también las mayores limitaciones en la región para incrementar su productividad agrícola», cita el informe del IICA.
El caso más dramático es el de Venezuela, donde el consumo de calorías por persona al día se derrumbó a 1.416 en 2018 desde 2.866 en 2011, muy por debajo de los requerimientos recomendados de 2.300 de calorías por persona por día.
Otero puntualizó que «la grave situación que enfrenta Venezuela contrasta con su potencial agrícola y alimentario, dada la disponibilidad de tierras cultivables para la agricultura, ganadería y forestación, de agua, biodiversidad y una red de importantes organizaciones de productores».
Las autoridades expresaron que la situación ocurre en un marco de carencia generalizada de agua potable, inestabilidad del servicio eléctrico y problemas en el acceso al gas doméstico, lo que limita la preparación adecuada de alimentos.
Otero también destacó la capacidad técnica del IICA para la reconstrucción de las instituciones y el complejo agroindustrial de Venezuela, y su disposición para sumar esfuerzos con los países decididos a colaborar en esa tarea.
El director del organismo internacional manifestó que América Latina y el Caribe debe asumir tareas pendientes para garantizar la seguridad alimentaria y nutricional de sus habitantes.
«Información oportuna y con indicadores claros permitirían realizar recomendaciones o generar una mayor toma de conciencia sobre casos en los que es necesario adoptar medidas correctivas en los países», dijo Otero.
Entre esos deberes Otero enumeró la necesidad de contar con mercados transparentes y una mayor inversión en investigación y desarrollo para generar marcos adecuados que permitan aumentos de producción, así como mejoras de los indicadores macroeconómicos y en los ingresos de la sociedad en su conjunto.