La decisión del presidente Nicolás Maduro de seguir adelante con la asamblea nacional constituyente no solo tiene un gran impacto político. El lunes el gobierno de Estados Unidos amenazó con imponer fuertes medidas económicas si el Ejecutivo continúa con su plan.
Aunque no se han dado más detalles, fuentes cercanas a la Casa Blanca afirmaron que entre las sanciones está contemplada una interrupción en la compra de petróleo que afectaría aún más las finanzas, pues cerca de la mitad de las exportaciones petroleras van a Estados Unidos y ese es uno de los pocos países que paga en efectivo, recordó el economista Ángel Alvarado, diputado de la Asamblea Nacional.
“Un embargo petrolero de Estados Unidos sobre Venezuela implicaría perder 75% de los ingresos que recibimos por concepto de exportaciones. Esto equivale a dejar de percibir 11 millardos de dólares al año. Nadie quiere que esto ocurra. Lo que quiere el venezolano es que Maduro desista de la ANC”.
El economista Alejandro Grisanti, director de Ecoanalítica, coincidió en que la aplicación de sanciones económicas por parte de Washington es sumamente negativa para el país.
Precisó que el gobierno estadounidense puede optar por interrumpir el intercambio comercial de una vez o hacerlo progresivamente. “Pudieran en principio prohibirle a las empresas de ese país vender insumos para hacer la gasolina en Venezuela y posteriormente irían reduciendo las importaciones de petróleo”.
Afirmó que hacerlo en partes le permite a las refinerías de Estados Unidos prepararse para dejar de recibir los envíos de Pdvsa. Según cifras de la OPEP disponibles hasta abril, Venezuela es el tercer proveedor de petróleo de Estados Unidos.
¿Habrá default?
Grisanti agregó que si el gobierno de Donald Trump decide dejar de comprarle petróleo al país, no será tan fácil reemplazar ese mercado. “Conseguir nuevos destinos para un petróleo muy pesado, con alto contenido de azufre, como es el venezolano, puede afectar tres o cuatro meses el flujo de caja, en el mejor de los casos”.
Añadió que también es probable que el país caiga en una cesación de pagos. “De aplicarse las sanciones va a ser imposible para Venezuela cumplir las obligaciones externas de finales de octubre y principios de noviembre, cuando debe pagar 3 millardos de dólares por bonos”.
Además de las sanciones petroleras, la Casa Blanca Unidos puede aplicar sanciones financieras, con las que se cerraría la posibilidad de los bancos de tener corresponsales en Estados Unidos. “No descartamos que sea una acción conjunta con la Unión Europea”, dijo.